Otra vez aqui!
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Que abandono! Meses sin pasar por aquí a contarles de nuestra aventura! La verdad que después de terminar la práctica, me concentré en la búsqueda de trabajo y le puse toda mi energía a eso porque no me podía quedar de brazos cruzados. En enero, me dieron la mala noticia que la tienda donde trabajaba cerraba definitivamente. Así que no era solo cuestión de encontrar un trabajo “adecuado”, tenía que encontrar trabajo. Y en enero encontrar trabajo es bien difícil.
Y después vino el bicho este que ha tenido al mundo en pausa y de verdad se me fue la inspiración y como que no tenía nada nuevo que contar. Claro que ahora que estaba organizando mis ideas me di cuenta que tengo montones por contarles. Así que después de tanta disculpadera, como buena colombiana, empecemos de una vez.
La Practica Laboral
Estuve súper de buenas y mi tutora me consiguió una práctica buenísima en Diócesis de Calgary. Mi jefe, una señora queridísima, súper dispuesta a enseñarme y contarme como se hacían las cosas en Canadá.
El grupo de trabajo era muy bueno, todo el mundo súper colaborativo, cero competencias. La gente llegaba, hacia su trabajo y eso sí a las 4 en punto, para su casa.
La mitad de la práctica estuve trabajando por las noches en Tommy, hasta que cerraron. Y después fue una felicidad absoluta sentirme como en un trabajo normal, con fines de semana normales, con festivos y con horarios normales. Además tenía una oficina súper linda, grandísima y con ventana!
La diócesis no tiene mucho presupuesto, y no estaba fácil que aprobaran permanentemente el puesto que yo estaba ocupando (la práctica no es paga, así que estaba trabajando al gratín).
Pero mi jefe estaba haciendo su mayor esfuerzo para lograrlo. Al final, termine la práctica y no hubo autorización, y por más que mi jefe quería que me quedara, pues no se pudo. La evaluación de la práctica fue sobresaliente, y eso se puede usar en la hoja de vida. Ya eso al menos me iba a ayudar en la búsqueda de trabajo porque ahora si estaba sin trabajo completamente.
Buscando Trabajo
Mi búsqueda de trabajo empezó concentrándome en un trabajo en recursos humanos. Yo necesitaba algo relacionado con mis estudios para poder aplicar a la Nominación Provincial y ya tenía la experiencia canadiense por la práctica laboral.
El tema del permiso de trabajo no era problema. Hasta que no consiguiera nuevo empleo, pues no valía la pena pedirlo. Para los que están estudiando o planeando venir como estudiantes, tengan claro que una vez terminan sus estudios, no es que puedan salir a trabajar tiempo completo así de chéveres. Eso solo es en vacaciones.
Al terminar, pueden trabajar medio tiempo y una vez reciben la confirmación de graduación, ya no pueden trabajar más con el permiso de estudiante. Ese día, necesariamente tienen que pedir el PGWP para poder trabajar tiempo completo. Lo bueno, es que mientras pidan el permiso de trabajo, teniendo aún vigente el estudiante, la sola aplicación los habilita para trabajar tiempo completo mientras les llega la respuesta.
La buena cosa fue que me aprobaron el seguro de desempleo y entonces podía buscar tranquila, sin desesperarme. Hice como 17 hojas de vida diferentes: para asistente, para coordinadora, para gerente, para tienda, para empresa grande, para empresa pequeña, como analista de selección, como analista de nómina, como generalista de recursos humanos, en fin.
A cada puesto que aplicaba le ajustaba las habilidades, las competencias, la experiencia… un trabajo agotador. Todos los días pasaba horas en el computador aplicando y aplicando. Ya con la experiencia de la Diócesis y la buena referencia el tema fue diferente, no como cuando recién llegamos. Me llamaron a varias entrevistas, tuve también entrevistas telefónicas y pre-entrevistas online, la cosa se movía al menos.
Un día me llamo mi jefe de la Diócesis y me dijo que finalmente habían aprobado el puesto, y me invito a aplicar! Eso fue la cosa más maravillosa, ya tenía al menos un pie adentro por la práctica! Yo obvio aplique rapidísimo, esperanzada en que me dieran algo de prioridad.
Pero el proceso iba lento. No, lento no, lentisimoooooo. Después de 3 semanas aun ni me habían citado para entrevista. Yo llegue a creer que era que no me iban a entrevistar ni siquiera. Pero finalmente me llamaron a entrevista, una de las mejores entrevistas que he tenido en mi vida. Y luego otra vez a esperar.
El universo siempre tiene un plan
Aquí ya estábamos a principios de Marzo, el bicho ya había hecho de las suyas en Wuhan y teníamos los primeros infectados en Canadá, pero aún no había alarma, apenas especulaciones…
Igual, yo no me quede solo con la Diócesis, seguí aplicando y dentro de esas aplicaciones encontré una posición en una organización que me gustaba mucho. Yo había hecho un análisis de esa empresa en el College y me había encantado. Así que aplique, a ver qué. Y a los pocos días me llamaron a hacer una pre-entrevista por teléfono y a la media hora me llamaron a citarme a entrevista al día siguiente.
Era un miércoles. Una entrevista súper estructurada, tres personas haciendo la entrevista, y al final entro la Gerente de Recursos Humanos a preguntar cómo había ido la entrevista. Yo trataba de pensar calmadamente, pero por dentro decía, juemadre me van a ofrecer el puesto. Salí feliz. El jueves por la mañana, me llamaron otra vez, y me pidieron las referencias… eso aquí significa que esta uno adentro!
Yo estaba que saltaba en una pata. Y luego me entró la angustia de la Diócesis porque y si me llamaban de allá? Ese puesto era un nivel más y ya conocía a mi jefe y a la gente… Así que me encomendé a Dios y le pedí que me mandara una señal para saber qué hacer. Ese mismo día me llego un correo de la Diócesis, informándome que la gerente salía de vacaciones y que en 2 semanas continuarían con el proceso.
Obvio yo no podía dejar pasar la oportunidad en el otro lado. Por nada. Así que espere pacientemente. El viernes por la mañana me llamo mi ex-jefe de Tommy Hilfiger, para contarme que la habían llamado y para desearme suerte. Listo. Confirmado el puesto era mío.
A las 2 p.m. del viernes 13 de Marzo de 2020 me llamaron a ofrecerme el puesto en Wood’s Homes, como Asistente de Recursos Humanos. Empezaba el lunes. Por fin, después de dos y medio años de trabajo duro empezaba a encontrar el camino!
El susto.
El viernes todo fue dicha y emoción. Mauro y los chinos estaban felices. Yo también obviamente. Ya no más fines de semana clavada en un almacén, no más trabajar hasta las 10 de la noche, no más estar horas y horas de pie. No más lidiar con los clientes fastidiosos! Y bendito Dios un puesto en mi área de experiencia que además me servía perfecto para nuestros propósitos.
Y luego llegó el sábado, el bendito virus alcanzo cifras importantes en Canadá. Hablo el primer ministro, a trabajar desde la casa, colegios cerrados, restaurantes, cines y centros de entretenimiento cerrados, servicios no esenciales, cerrados! Jueputa! Ustedes se imaginan lo que pasaba por mi cabeza? Yo solo pensaba en que no podía ser peor el momento. Solo esperaba esa llamada para decirme que quedaba pospuesta la contratación o cancelada.
Pero pasó el sábado y nada, pasó el domingo y nada. Y yo cagada, no sabía si de pronto era que querían decirme en la cara o que. El lunes me aliste, y me fui al trabajo. Firme contrato, nos reunimos con mi jefe chiquita y mi jefe grande para determinar cómo hacer mi capacitación dadas las circunstancias. Y yo solo le daba gracias a Dios. Me capacitaron en una semana y después empecé a trabajar un día en la casa y un día en la oficina. Increíble.
Wood’s Homes es una organización sin ánimo de lucro que presta servicios esenciales para la salud mental de niños y jóvenes con problemas de comportamiento (adicciones, traumas) y problemas emocionales y cognitivos. Hay niños que viven en nuestras instalaciones y las terapias no pueden detenerse. Así que no podíamos simplemente cerrar.
Lo que es pa uno, es pa uno
Y ahí estaba mi señal. Por eso tenía que aceptar este puesto y no el de la Diócesis. Envié un correo a mi ex-jefe en la Diócesis, le agradecí por todo, y retire mi postulación al cargo sin miedo, con tranquilidad y segura de mi decisión.
Unos meses después, me contesto. Se alegró que hubiera conseguido trabajo en Wood’s Homes (es una organización muy reconocida) y me contó que con lo del COVID habían tenido que posponer los contratos de casi todo el personal (aquí hay una figura que se llama Lay Off y es como que le suspenden a uno el contrato, pero no lo echan. Tampoco le pagan. Incluso ella estaba sin saber que iba a pasar. Por supuesto el proceso de selección se canceló y retiraron el presupuesto. Y yo otra vez, eche camándula y dele gracias a Dios por ponerme donde era.
Y aquí sigo. Feliz. Un trabajo que me gusta mucho, con buen equipo de trabajo, compañeras maravillosas y gente muy querida. Cerca de la casa, con horario súper flexible. Definitivamente, retome el camino y vamos bien. Vamos muy bien.
Quieres saber mas? Sigue leyendo! Hay historia pa’ rato! El que sigue! ➡️
Back on track
Sorry for being so absent! It’s been months since I came in here to tell you about our adventure! After finishing the work practice, I focused on finding a job. Therefore I put all my energy into that because I couldn’t sit back and just do nothing. In January, I got bad news. Due to a lack of costumers, the store where I worked was closing for good. So it wasn’t just a matter of finding a “proper” job, I had to find any job. And in January, finding a job is very difficult.
And then this shitty virus came and it has kept the world paused. In fact of it all, I lost my inspiration and I had nothing new to tell. Although, now that I was organizing my ideas I realized that I have lots to tell you. So now that I have apologized more than needed, as a good Colombian, let’s start at once.
Work placement
Indeed, I was very lucky and my tutor got me a great internship at the Dioceses of Calgary. For instance, my boss, a very nice lady, was willing to teach me and tell me how things were done in Canada. On the other hand, the team was very nice, everyone super collaborative, zero competition. In fact, people clocked in, do their job and at 4 o’clock, they’ll go home. During the first half of the practice I was working nights at Tommy, until they closed.
And then it was an absolute joy to feel like I was in a normal job. After all, I was now having normal weekends, that included holidays and regular schedules. I also had a very nice, big office with a window! The dioceses doesn’t have much of a budget, and it wasn’t easy to get permanent approval for the position I was taking over (the internship is not paid, so I was working for free). However, my boss was doing her best to make it happen.
In the end, I completed the internship and there was no authorization, and as much as my boss wanted me to stay, it was not possible. Indeed, the assessment she made of the internship was outstanding. Fortunately from me that can be used in the resume, and would at least help me in my job search because now I was completely out of work.
Job Search
My job search began by focusing on a job in human resources. I needed something related to my studies in order to apply for the Provincial Nominee Program. Meanwhile, I got the Canadian experience from the internship.
Particularly, the work permit was not a issue. Until I got a new job, it was not worth applying for one. For those who are studying or planning to come here as students, please be aware that once you finish your studies, you can’t go out and work full-time just like that. You can only do that during official school breaks. When you complete your studies, you can only work part-time. Once you receive your completion letter, you can no longer work with a student permit. On that day, you have to apply for PGWP in order to work full-time. The good news is that as long as you apply for a work permit, while your student permit is still valid, the application alone enables you to work full-time while the answer comes.
Due to the fact that I was approved for unemployment insurance I was able to search for a job without getting desperate. As a matter of fact, I made about 17 different resumes: for assistant, for coordinator, for manager, for retail store, for a large company, for a small company, as a recruiter, as a payroll analyst, as a generalist in human resources, whatever. In addition, for each position I applied, I modified the skills, the competences, the experience… It was an exhausting job. Moreover, every day I’ll spent hours on the computer applying and applying.
Certainly, the experience of the Dioceses and the good reference from my bosses made things different, not like when I first arrived. I was called for several interviews, I also had phone interviews and online pre-screen, things were moving at least.
One day my former boss from the Dioceses called me and let me know that they had finally approved the position, and invited me to apply! That was the most wonderful thing, I already had at least one foot in for the practice! I obviously applied very quickly, hoping they would give me some priority. But the process was slow. No, not slow, sloooooww.
After 3 weeks I still hadn’t been called for an interview. I eventually started to believe that I wasn’t even going to be interviewed. But finally I was called for an interview, one of the best interviews I’ve ever had in my life. And then again to wait.
The universe always has a plan for you
Here we were at the beginning of March, the virus had already made disasters in Wuhan and we had a few cases in Canada, but there was still no alarm, hardly any speculation…
However, I did not stay just waiting for the Dioceses. In spite of it all, I continued to apply and within those applications I found a position in an organization that I liked very much. Previously, I had done an analysis of that company in college and I loved it. So I applied, who knows. And a few days later I was called to do a pre-interview by phone. Half hour later I was called for an in-person interview on the very next day.
It was a Wednesday. Of course, a super-structured interview, three people doing the interview, and at the end the Human Resources Manager came in to ask how the interview went. I was trying to think calmly, but inside I was saying, “Mother of God, I’m going to be offered this job”. I was thrilled. Then, on Thursday morning, they called me again, and asked me for references… Here that means you’re in! I was jumping on one leg (if you know what I mean).
And then the anxiety kicked in, what if they call me from the Diocese? In fact, that position was one level up and I already knew my boss and the people. So I had to trust God and asked him to send me a sign so that I would know what to do. That same day i got an email from the Diocese, informing me that the manager was going on vacation and that in two weeks they would restart the selection process.
Obviously I could not let the opportunity pass me by on the other company. Not a chance. So I waited patiently. On Friday morning, my ex-boss at Tommy Hilfiger called me to tell me that she had been called and she wish me luck. There you go. That was the confirmation, the position was mine.
At 2 p.m. on Friday, March 13, 2020, I was called and they offered me a position at Wood’s Homes, as Human Resources Assistant. I was starting on Monday. Finally, after two and a half years of hard work I was starting to get back on track!
Panicking.
Friday everything was blissful and exciting. Mauro and the boys were so happy. Me too obviously. No more weekends stuck in a store, no more working until 10 pm, no more standing around for hours and hours. No more dealing with annoying customers! And more over, blessed with a position in my area of expertise that also served me perfectly for our purposes.
And then Saturday came, the virus reached significant numbers in Canada. The Prime Minister spoke… working from home, schools closed, restaurants, cinemas and entertainment centres closed, non-essential services closed! Shit! Can you imagine what was going through my head? I was just thinking that the timing couldn’t be worse and I was waiting for that call to tell me that the hiring was postponed or cancelled.
But Saturday passed and nothing. Then Sunday came on go and nothing. And I was so fucked up, I didn’t know if maybe they wanted to tell it to my face or what. On Monday I got ready, and I went to work. I signed a contract, we met with my little boss and my big boss to determine how to do my training under the circumstances. And I, I was just thanking God. They trained me in a week and then I started working one day at home and one day at the office. Unbelievable.
Wood’s Homes is a non-profit organization that provides essential mental health services to children and youth with behavioral problems (addictions, trauma) and emotional and cognitive problems. There are children living in our facility and the therapies cannot be stopped. So we couldn’t just close down.
If it is for you, is written on stone
And there was my signal. That’s why I had to accept this position and not the Diocese’s. I sent an email to my former boss at the Diocese, thanked her for everything, and withdrew my application for the position without fear, with peace of mind and confidence in my decision.
A few months later, she answered me. She was glad that I had gotten a job at Wood’s Homes (it’s a very well-known organization) and told me that with the COVID they had to lay-off almost all the staff (Lay Off it’s like being suspended but not fired. You don’t get paid either. Even her position was in danger. Of course the selection process was cancelled and the budget was withdrawn. And again, I thanked God for putting me where I was.
And here I am again. Happy. In a job I really like, with a good team, wonderful colleagues and people I like. Close to home, with super-flexible hours. I’m definitely getting back on track and we’re doing well. We’re doing great. 😉
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